El Convento de San Payo, fundado a finales de siglo. XIV por religiosos de Galicia, pertenecientes a la Congregación de los Frailes Menores de S. Francisco, fue el cuarto Convento Franciscano que se construyó en Portugal. En este lugar de difícil vida religiosa, a pesar de las dificultades, logró vengar una comunidad a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un espacio de santidad y vida contemplativa en las orillas rocosas da Ribeira do Minho. La dureza del aislamiento, los sucesivos saqueos e imposiciones políticas a lo largo de los siglos, contribuyeron a que el convento cayera poco a poco en ruinas y finalmente fuera abandonado a mediados del siglo XIX. Hasta que un día el escultor José Rodrigues lo (re)encuentra ...

El Convento San Payo, por la esmerada restauración que fue objeto,
constituye un museo en sí mismo, para conservar y patentar un raro ejemplar de arquitectura conventual y franciscanismo observador.

Habitado por uno de los referentes más notables del arte portugués contemporáneo, se ha convertido en una especie de museo-estudio. La colección de esculturas, dibujos y pinturas, propiedad del autor que lo integra, en una colección de unos cientos de piezas, permite al visitante conocer mejor la obra de José Rodrigues.